Las creencias son un mensaje claro, poderoso y firme que recibe nuestro cerebro y nuestro sistema nervioso. Es algo de lo que estamos completamente convencidos, algo en lo que creemos. En lo que tenemos fe.
¿En qué influyen las creencias?
Una creencia se compone de sentimientos e imágenes que generamos y de cosas que nos decimos a nosotros mismos. La fe es un estado, es una representación interna que influye en nuestro comportamiento. Puede ser que esta fe nos mueva hacia adelante, nos favorezca como la creencia de una posibilidad (“vamos a triunfar”), o puede ser una fe que nos lastre y nos incapacite, creyendo que nuestras limitaciones no se pueden superar.Si crees en que puedes lograr el éxito respecto a tu objetivo, entonces lo tienes un poco más fácil, estás más cerca de lograrlo. Si en cambio crees que no puedes lograrlo, tienes la sensación de que vas a fracasar, estos mensajes te van a llevar a eso mismo, al fracaso. Las dos convicciones tienen mucho poder.
Lo importante es saber qué clase de creencias son las que nos conviene tener y cuales no y desarrollar las positivas. La excelencia personal comienza cuando nos damos cuentas de que podemos elegir de manera consciente nuestras creencias, y elegimos las que nos motivan, nos capacitan y nos acercan a nuestros objetivos.
¿De dónde vienen las creencias?
Las creencias pueden venir de muchas fuentes diferentes que hayamos tenido en nuestras vidas: nuestra educación desde pequeños hasta la edad adulta, el ambiente en el que hemos crecido, las personas que nos han servido de modelos durante toda nuestra vida (padres, hermanos, familiares, amigos), acontecimientos que hayamos vivido durante nuestras vidas, etc.Creemos lo que nos dicen cuando somos pequeños, porque con esa edad aún no tenemos los recursos necesarios para verlo desde un prisma crítico y comprobarlo, pero esas creencias pueden seguir años sin modificarse a menos que nosotros, conscientemente, decidamos cambiarlas.
¿Las creencias no tienen nada que ver con una realidad objetiva independiente de nuestros deseos o de la utilidad que esas creencias tienen para nosotros?
ResponderEliminarGracias por el comentario, homominimus. Has sido el primero que ha comentado en este blog.
ResponderEliminarRespecto a tu pregunta, las creencias sí pueden estar basadas en realidades objetivas e independientes de nuestros deseos, pero no es algo necesario. La idea es que las creencias, vengan de donde vengan, no son inamovibles y pueden cambiarse y usarse en nuestro beneficio.