viernes, 30 de mayo de 2014

6 días a la semana para hacer ejercicio

¿Qué diferencia a las personas que hacen ejercicio 6 días a la semana del resto?. Pues una gran cantidad de fuerza, optimismo y flexibilidad para renovar su cuerpo y afrontar lo que se les venga encima. Pero hay mucho más que esto.

Según el Dr. Henry Lodge y Chris Crowley (del que os hablé hace poco) en el libro Younger Next Year: Live Strong, Fit, and Sexy – Until You’re 80 and Beyond,, hacer ejercicio intenso seis días a la semana es la clave para eliminar el 70% de los problemas del envejecimiento, tales como la debilidad, dolor en articulaciones y mal equilibro, y elimina un 50% de posibilidades de tener una enfermedad seria o lesiones graves.

Además, es una forma de mantenerse funcionalmente joven cada año y continuar viviendo con una renovada vitalidad.

El ejercicio es una de las cosas más importantes que puedes hacer para sentirte mejor y más vivo. Y hay que tomárselo en serio. Mucha gente cree que es algo banal y se sienten solo un poquito culpables por no hacer ejercicio.

¿Pero cómo puedes hacer eso seis días a la semana y tomártelo en serio?. Muy fácil: conviértelo en tu trabajo.

Tu nuevo trabajo: 6 días de ejercicio a la semana.

Antes que nada, rompe con tu pasado. No dejes que tu pasado controle tu futuro. ¿Qué quiero decir con todo esto?. Que o empieces gradualmente. Es mucho mejor empezar de forma brusca, haciendo un compromiso serio con el futuro. Si estás jubilado o cerca de estarlo, sería muy recomendable plantearte esto como tu nuevo trabajo. Si todavía te queda mucho para eso, piensa que es tu prioridad número uno después del trabajo y debes dar lo mejor de ti mismo. Pero recuerda: conforme te vas haciendo viejo, el ejercico va subiendo en la lista de prioridades.

Ir al trabajo. Una de las fuerzas más poderosas.

Si has trabajado alguna vez en tu vida, has aprendido algo muy potente que puedes usar para empezar a hacer ejercicio: has aprendido a levantarte e ir a trabajar.

Si hay algo que cualquiera puede aprender en el trabajo, ya sea un peón de albañil o el presidente de una gran empresa, es ir a trabajar. Sin darse cuenta, están aprendiendo una habilidad que los niños, ni los ricos herederos, tienen. Aprenden a ir al trabajo todos los días y hacer lo que tienen que hacer. Esto tan simple, es una de las fuerzas organizadoras más poderosas que existen. Y lo mejor de todo: la tienes, enterrada en la parte más profunda de tu mente. Que bien, ¿no?. Pues ahora: úsala.

El hábito de ir a trabajar sirve para priorizar.

Te guste o no, el hábito de tener que ir al trabajo es una buena forma de priorizar lo que vas a hacer durante el día.

El trabajo está antes que nada, excepto enfermedades serias o graves problemas familiares. El ejercicio diario debe ser tratado de la misma forma. Si quieres tener una nueva vida excelente, vas a tener que darle al ejercicio la misma prioridad. Sé que puede ser difícil, pero no imposible.

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